Dejá de pedir...


Cada día, de nuestra boca, salen disparadas miles de peticiones, demandas, deseos. Algunos caprichosos; muchos incumplibles; otros, quizás no. 

Quiero. Dame. Necesito...

Detenete y mirá a tu alrededor: si sos una persona de bien, si querés y sos querido, si tuviste la oportunidad de estudiar, si lograste formar una familia, si las drogas no lograron engañarte, si no sos un ladrón, si jamás se te pasaría por la cabeza dejar a un hijo en un contenedor de basuras, si no te dedicás a matar y te entristecen las muertes injustas, entonces pará y, en vez de seguir pidiendo, aunque sea por un instante, da las GRACIAS. 

Yo lo haré ahora mismo:

"Aunque vos no tengas Facebook y ni siquiera sepas lo que es un blog, y aunque vos ya no estés para leerlo (y sí, qué le vamos a hacer, me sale mejor así, por escrito), GRACIAS MA, GRACIAS PA, A LOS DOS, porque de no haber sido por ustedes, hoy no sería lo que soy". 

Fernando Adrian Mitolo ©

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