Suma y sigue II

"La otra cara de lo ominoso", esta vez en versión española


Lo que sigue es otro ejemplo de barbarie. Pero aquí no se trata de terroristas (al menos, no se los nombra de esa manera, aunque sí lo son). En este caso, la justificación para semejante aberración pueblerina es que el desafortunado animal, muy probablemente por miedo debido a los incesantes embates y todo tipo de vejaciones propiciadas por esa turba de ignorantes, ha matado a un hombre. Hombre que, por cierto, decidió de motu propio y sin ninguna clase de extorsión, jugar con fuego.

                                                
España hoy, siglo XXI. Lamentable.

Fernando Adrian Mitolo

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